Disfrutando del desierto de Atacama

San Pedro de Atacama iba a ser nuestra ultima parada Chilena, pero antes de dejar el país aun nos quedaban alguna que otra cosilla que hacer.
Atacama, que básicamente es un desierto, resulta ser también un destino muy popular entre viajeros porque el entorno es variado y ofrece bastantes actividades.

De las cosas mas populares que hacer por allí es ir al Valle de la Luna, que es un sitio extraño de sal y dunas de arena. Una composición de deja un paisaje lunar, y si amiguitos, de ahí el nombre 😉

Vista del Valle de la Luna

Por recomendación de Iván fuimos allí a ver el atardecer, que realmente impresiona, por como el sol refleja y saca colores de las dunas, y las montañas más al fondo. Como no esta tan lejos del pueblo fuimos en bici, que es un paseo fácil, el asunto fue la vuelta… Ahí entre el atardecer y la noche cerrada transcurren uno minutos de nada, lo cual te deja un poco así. ¡Pero no hay problema amigos! ¡tenemos nuestros frontales! (ovación del público).
Total que felices y contentos volvíamos por los andurriales del valle hasta que ¡Oh, sorpresa! mi frontal se apaga… así. que el resto del trayecto con el frontal de Heiko. Y todo perfecto hasta que salimos del valle para incorporarnos a la carretera preferida de todos los camioneros chilenos y de los alrededores. Llegamos de una pieza, pero yo pasé miedito.

Ciclisteando en el valle de la Luna

A la mañana siguiente nos fuimos a ver el salar de Atacama, junto con unas lagunas altiplánicas de la zona, y un par de flamencos aburridos. Y ya de paso a practicar eso de la altitud, que en Bolivia íbamos a tener para regalar.

Piedras rojas, lagunas altiplánicas del desierto de Atacama

Los primeros flamencos en el salar de Atacama

Y ya para rematar fuimos a ver amanecer a una parque geotermal “Las geisers del Tatio”, que bueno… bien… sin más. El caso es que la descripción de los locales es de increíble para arriba, pero si has estado en algún otro parque de geisers, este era normalito, y si has estado en Rotorua, Nueva Zelanda, entonces es mediocre. Pero curioso en cualquier caso ver amanecer allí.

Geisers del Tatio

Lo que tuvo mas gracia en esta excursión fue el “fuera pista”. Guía y conductor se vinieron arriba y decidieron llevarnos a un rio de agua caliente. Una cosa muy curiosa, por que no es una poza, sino un señor rio que va a mas de 40º y en el que algunos valientes se bañaron, y salieron rojitos rojitos.

Rio a más de 40º

Y esto fue el final de los mundos chilenos, organizamos el cruce a Bolivia y… ¡Hasta luego Lucas! el salar mas grande del mundo nos esperaaaaaa

Blanca por el mundo